Dermatología

APLICACIONES DE LA BIOESTIMULACIÓN EN DERMATOLOGÍA

ACNÉ

El tratamiento simultáneo de bioestimulación HL, autovacuna microbiana o micótica y antibióticos o antimicóticos, es una excelente solución a problemas de acné, forunculosis, lesiones purulentas y micosis. El Hapteno Lipoide proporciona al organismo un estímulo biológico inespecífico, equilibrando y fortaleciendo el sistema inmunológico, además de potencializar la acción de los antibióticos y antimicóticos. La autovacuna microbiana por su parte, provee respuesta inmunitaria específica.

Este tratamiento acompaña muy bien a las cremas y jabones que abundan en el mercado, ya que por lo general, el paciente usa estos productos con un buen resultado mientras se los aplica, pero al abandonar el tratamiento vuelve a padecer el mismo problema y a veces recrudece. Sin embargo, al acompañar estos mismos productos con bioestimulación, nos aseguramos de que no haya recidiva.

Efectuamos un muestreo con 100 pacientes que padecían alguna de estas patologías infecciosas, de diferente edad y sexo, y que recibieron el tratamiento simultáneo del bioestimulador HL, la autovacuna de cepa propia, y antibióticos o antimicóticos según el caso. Los resultados fueron los siguientes:
  • En el 9% de los pacientes se observó Poca o Ninguna respuesta.
  • En el 32% se obtuvo Buena a Muy Buena respuesta, en ellos se observaron recidivas después de un año o más, generalmente de cepa diferente.
  • En el 59% de los pacientes se registró respuesta Muy Buena a Excelente. En estos casos se observó remisión total de los síntomas.

 

CICATRICES QUELOIDES

En la Primera Jornada Nacional de Actualización en Quemaduras, realizada en Asunción, Paraguay, en 1981, se presentó un trabajo de investigación titulado “Tratamiento del Prurito y Queloides con Autoantígenos”, efectuado por el Prof. Dr. Alberto Miquel, Dr. Ramón Ude, la Dra. Gladys Ruiz, el Cirujano Plástico Dr. José Enrique Gauto, el Cirujano Plástico Dr. César A. Vera Valenzano, el Prof. Dr. Juan Carlos Zanottti-Cavazzoni, la Dra. Virginia de Zanotti-Cavazzoni y la Dra. Juana Malvetti.  Dicha investigación fue publicada en la Revista de Medicina Militar N° 208 y a nivel internacional en la Revista Laboratorio, Vol. 78 N° 556,  Granada, España.

Exponemos un resumen extraído de los archivos del Centro de Analítica La Esperanza:

Introducción

Este estudio nació a raíz de la observación, durante años, de pacientes tratados con el bioestimulador Hapteno Lipoide (HL) por diversas patologías y que coincidentemente tenían cicatrices queloides. En el transcurso del tratamiento estas cicatrices mejoraban, especialmente las de la región abdominal, como así también constituía una eficaz terapéutica para el perturbador síntoma del prurito, además de modificar las condiciones biopatológicas determinantes de la recidiva.

En el trabajo publicado se mencionaba la técnica de obtención, la composición y los métodos usados para la identificación de los componentes de la sustancia lipídica denominada Hapteno Lipoide. Se pudo comprobar por medio del biodiagnóstico (prueba laboratorial clínica, funcional, múltiple y dinámica que se fundamenta en la aplicación de autoantígenos), que el autoantígeno HL determina acciones estimulantes del tipo químico, hormonal y enzimático.

En las cicatrices queloides e hipertróficas, una enzima del tipo de las enteropeptidasas y otras no muy bien determinadas, son las que estimulan las terminaciones nerviosas A, D y C, causando el síntoma del prurito, que se manifiesta al poco tiempo de instalarse la cicatriz queloide y puede persistir por meses o años, con intensidad variable, en zonas de la lesión. Las citadas enzimas se encuentran activadas en estas patologías, por el aumento de la acidez a razón de la rémora circulatoria existente por las modificaciones estructurales y el aumento de tejido conectivo por donde circulan.

Se pudo comprobar por pruebas laboratoriales dentro del biodiagnóstico, que el bioestimulador denominado Hapteno Lipoide, es un equilibrador biológico que reactiva la circulación arterial y venosa, restaura la oxigenación y por tanto disminuye la acidez que activa las enzimas anteriormente citadas y por este mismo motivo, reblandece las densificaciones del tejido conectivo, lo que hace desaparecer el prurito como primera medida.

Casuistica

De los 31 casos tratados para este estudio, se exponen en el presente resumen algunos de ellos:

  • N.L.G., 2 años 9 meses, sexo masculino

Quemado por alimentos líquidos en hervor, presentaba cicatrices queloides en el dorso del tórax, brazo, antebrazo y muslo izquierdos, adherencias en la axila y flexura del codo, 4 injertos de piel rechazados y las zonas cutáneas de donde se extrajo el injerto también queloides. Presentaba prurito de intensidad variable que no respondía a ninguna terapéutica.

Luego de la administración en forma intramuscular del bioestimulador HL a razón de 3 veces por semana, se pudo constatar la desaparición del prurito a una semana de tratamiento. Después de 6 frascos de HL (12 meses de tratamiento intermitente), se pudo observar una disminución evidente del espesor de la cicatriz y coloración notoriamente disminuida en intensidad. La cicatriz queloide reblandecida permitió la flexión perfecta del codo y el estiramiento del brazo.

  • R.B.Z., 25 años, sexo masculino

Quemado por llamas a causa de accidente con nafta, presentaba lesiones queloides en la cara, cuello, tórax, piernas y brazos. Tratado con radioterapia, antialérgicos y corticoides sin éxito, prurito intenso.

Luego de instituida la terapéutica con el autoantígeno HL, el prurito desapareció con la aplicación intramuscular del primer frasco.  Después de la aplicación en forma intermitente de 8 frascos en 10 meses de tratamiento, las dimensiones de las lesiones disminuyeron notablemente, así como también el espesor del tejido conectivo.  Las cirugías estéticas de las adherencias interdigitales de la mano, efectuadas durante el tratamiento con el autoantígeno, tuvieron un resultado muy satisfactorio sin presentar una cicatrización queloide, en contrapartida de las cicatrices queloides de los muslos, donde se tomó tejido para los injertos efectuados antes del tratamiento.

  • C.R., 28 años, sexo masculino

Paciente que presentaba cicatriz queloide de apendicetomía, de color violáceo, tirante en los movimientos, prurito intenso que no respondía a ningún tratamiento.

Con el primer frasco de aplicación parenteral de bioestimulador HL el prurito desapareció, y a los 6 meses con 3 frascos de HL aplicados exclusivamente en forma parenteral, desapareció la tirantez de la cicatriz y el color y consistencia de la misma fue normal.

M.C. de P., 32 años, sexo femenino.

Paciente colecistectomizada con cicatriz queloide e hipertrófica dura y exuberante, dolorosa y tirante.

Se le practicaron 4 sesiones de aplicación local de 0,2 a 0,5 ml. del autoantígeno HL con 3 días de intervalo, en las cuales se practicaron en total 14 infiltraciones en las zonas más duras y sensibles. En la tercera sesión la aguja fue introducida sin dolor, la cicatriz fue pálida, plegable en toda su extensión y la tirantez notablemente disminuida.

Luego de las 4 sesiones de aplicación local, se inició la administración parenteral del bioestimulador HL día por medio, hasta completar 3 frascos de 20 cc. cada uno.

Al mes de tratamiento la tirantez de la cicatriz se percibió solo en la inspiración profunda y en forma poco intensa.  A los 6 meses presentaba cicatriz plana, sin prurito ni dolor.

  • N.D., 42 años, sexo masculino / D.T., 25 años, sexo femenino / A.G., 56 años, sexo femenino / P.M., 60 años, sexo femenino

Un mes antes de sus respectivas cirugías, se les sometió a un tratamiento profiláctico con el autoantígeno HL a 4 pacientes con antecedentes de cicatrices queloides. Se dispusieron aplicaciones intramusculares 3 veces a la semana con una dosificación acorde a su peso y edad, para luego continuar con el tratamiento durante la cicatrización en forma parenteral. El resultado fue excelente en todos los casos, ninguno de ellos presentó recidiva.

Conclusiones

Los signos más evidentes de la acción del autoantígeno HL sobre la cicatriz queloide son:

La disminución de la extensión y dureza de las lesiones, volviéndolas más flexibles al tacto y con un color más natural a la vista, como es también notoria la mejoría en la circulación local.

En todos los casos tratados, es constante su excelente efecto antipruriginoso, sin las contraindicaciones que poseen otros tratamientos, especialmente aquellos a base de corticoides.

En los casos de cicatriz hipertrófica que incluye músculos y aponeurosis, que causa evidente trastorno funcional y postural, se comprueba que los tejidos afectados recuperan consistencia y elasticidad.

Se ha podido observar que cuanto menor es el tiempo transcurrido entre la instalación de la cicatriz queloide y el tratamiento con el bioestimulador HL, mayores son los beneficios obtenidos y más corto es el tratamiento.

También se constató que el tratamiento con aplicaciones localizadas y/o parenterales, acorta definitivamente la duración del tratamiento.

El bioestimulador HL es excelente como profiláctico en estas patologías.

 

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